La Tele de Babel.

El día de ayer se llevo a cabo una lucha campal entre legisladores y los principales actores mediáticos del país y la CIRT.

Curiosamente ahora todos los legisladores de los partidos grandes, incluso los que llegaron al poder gracias a la telecracia estuvieron de acuerdo.

La televisión (sin excluir la importancia de otros medios masivos) había sido, tal vez hasta ayer, más que un medio de representación popular, más que un medio; un fin para llegar hasta el reino de los pinos. Ahora los legisladores de todos los colores, con sus agendas casi aplastándolos y la necesidad de lanzar cada quien su reforma estructural, empiezan a crear los lenguajes; los argumentos legaloides y los idiomas partidistas para acertarles el golpe mortal que les impida llegar hasta ellos.

Pero, además del placer cínico que algunos pudiéramos sentir, sobre todo cuando se les dijo a los actores de los medios que también estaba por discutirse el tema de las concesiones generacionales y lujuriosas con las que el presidencialismo había premiado los había premiado, ¿podemos aceptar gato por liebre?, ¿dónde estaba el presidente? Quien por cierto fue el mas beneficiado por esta última etapa de la telecracia mexicana.

Es cierto que el sentir de muchos es que, si tal vez, todavía existe un grado de confianza en los partidos, las negociaciones que hacen son contradictorias y degüellan a la elección popular, así como la opinión, ya sea en su responsabilidad informativa o en su modalidad de entretenimiento, de los medios masivos lo hace con la realidad mexicana; Chicle para los ojos, como alguna vez lo denomino el maestro Román Gubern.

Sin duda, todo aparenta un buen golpe al corporativismo mediático, pero la metáfora de la Tele de Babel también puede significar, como algunos han argumentado, un alejamiento de los ciudadanos a la conciencia de los partidos políticos.

Así como no se toco profundamente el tema de lo que sucederá en caso de que una candidatura ciudadana, por mencionar una situación utópica, para presidente de la república tenga, sin preferencias partidistas establecidas y obligatorias, una nivel de aceptación ciudadana con posibilidades, tampoco se habló de una televisión meramente ciudadana que esté lejos del dominio de las grandes familias y los monopolios informativos. Sólo queda sabor agridulce de ver como las complicidades pueden volverse polvo cuando los intereses hablan.

El día de ayer, sin embargo, en medio de la discusión de si todo es para los partidos o si los medios están en subasta al mejor postor, se abrió la posibilidad de especular sobre una futura participación ciudadana en los medios masivos, se vio que tantas manifestaciones de tantos ciudadanos frente a las instalaciones de Televisa, tantos murales, tantas marchas, videos en youtube, quejas, parodias, indiferencia, intentos, etc.

Lograron derrumbar un poco la Torre de Babel mediática tan característica de México.
¿Que nos espera a hora? Tal vez se vaya construyendo en vez de dictando, o tal vez esto sea un mensaje y una forma de adecuarnos a las decisiones de funcionaros no electos (o plurinominales) y a una posterior superburocracia.

Uno de los grandes dilemas en los que entro es que si esto lleva a la censura o regulación del contenido y control de todos los medios electrónicos, La red mundial (el Internet) corren el gran riesgo de balcanizarse.
Pero mientras no pase eso, hago uso de este gran fenómeno llamado youtube para presentar este gran documental de CANALSEISDEJULIO en 13 partes.
Teletiranía:

parte 1
parte 2
parte 3
parte 4
parte 5
parte 6
parte 7
parte 8
parte 9
parte 10
parte 11
parte 12
parte 13